¿Por qué funcionan las terapias alternativas?
A lo largo de la historia de la humanidad siempre se ha tenido la preocupación de mejorar el bienestar del ser humano, no solo prevenir, también curar y rehabilitar.
Antes de la etapa actual de la ciencia, la terapéutica se basaba en la experiencia personal del terapeuta, que podía ser un sacerdote o un curandero, o alguien conocedor de las hierbas de la región.
La medicina dio un giro con la incorporación de la bioquímica y sus procesos al interior del cuerpo, el antecedente de ello fue la ingesta de alimentos y tés de hierbas, por cierto la OMS admite que más del 90 % de la población, en algún momento de su vida a ingerido algún té para paliar alguna molestia, incluso ahora para el COVID 19. https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr44/es/
Así pues la ingesta de alimentos y medicamentos que originan una respuesta dentro de nuestro organismo, no es nada nueva, ya lo mencionaba Hipócrates
El auge de la medicina actual mediante la ingesta de compuestos químicos bien equilibrados e investigados, sucedió a partir del siglo pasado en donde surgió con bastante fuerza la industria farmacéutica.
Sin embargo, también en la antigüedad ( y sin conocimientos ni de la bioquímica, ni de la biofísica, ni de la fisiología del ser humano), toda la humanidad de alguna manera ha querido mejorar el bienestar; es así que las religiones, sacerdotes, médicos y curanderos han realizado actividades, sin considerar nada de lo que hoy conocemos como ciencia.
Las religiones y las medicinas tradicionales.
Desde el origen del hombre y la formación de las religiones, todas han establecido un camino para llegar a entablar comunicación con el interior, y así mejorar nuestro bienestar día con día, dicho camino contiene:
A).- formas de conducirse con nosotros mismos y con nuestros semejantes.
Aquí se enmarcan comportamientos deseables para tener una vida armónica sin trastornos preocupantes, obviamente lo que no está dentro de los preceptos es “lo que hay que dominar” mediante:
B).- formas interiores de contactar con una energía infinita para mejorar nuestros malestares.
Aquí se mencionan las técnicas para aquietar el pensamiento, pueden ser desde la oración, recitación de plegarias, o mantras para conseguir un “contacto con una energía potente” dentro de nosotros mismos que nos pueda mejorar en todos los sentidos. El objetivo es crear personas con menos preocupaciones y “feligreses felices”.
Todas las medicinas tradicionales reúnen componentes mencionados: ingesta de hierbas, o alimentos de una determinada clase; contacto mediante terapias con una potente energía interna a través de ejercicios, masajes, comportamientos congruentes con la sociedad y con uno mismo; pensamientos positivos o de “no mente”, contrarios a pensamientos negativos; estar en paz con uno mismo, con una mente manejada, aún en los momentos de extrema dificultad. Actualmente se habla de la Medicina Complementaria, en donde la medicina alopática, se enriquece con la intervención de las medicinas tradicionales con el objetivo de prevenir, curar y rehabilitar a los pacientes.